sábado, 14 de abril de 2012

LEMURIA HOME SWEET HOME



Esta tan difundido el mito de la Atlántida que ya casi se ha vuelto una realidad de tantas referencias, citas, y sobre todo la infinidad de localizaciones. Un mito menos conocido, pero igual de "irreal" o mejor dicho "de igual validez" entre los místicos, investigadores y creyentes verdaderos, es el mito de Lemuria, un continente o isla, que, como buena masa terrestre que halla existido, se le atribuye ser el asiento de una civilización muy adelantada.
Este mito, tal vez debido a que no es tan popular, no había llegado completamente a enterarme de que consistía. Recientemente leí un pequeño extracto en una revista infantil; el cual me llevo a una búsqueda virtual de este continente virtual que desemboco en enterarme o actualizarme de un conocimiento que tenía un tanto oxidado.
En primer lugar, el tema de los lémures es algo que siempre me ha fascinado, en particular por lo que alguna vez le leí a Sagan escribir, acerca de lo extraño de la información en la que nos vemos envueltos, él decía algo así como que un niño pequeño conocía lo que era un dinosaurio, pero no lo que es un lemur, y añadiría que no solo los niños, sino, en general cualquier persona. Otro asunto que me intriga acerca de estos animales es si los simios evolucionaron a partir de ellos o son dos ramas independientes de primates, supongo que este punto ya esta resuelto, pero no me he tenido oportunidad de enterarme de ello, desde que oí, en un documental, esta disyuntiva. Pero lo que más me llama la atención es el animal en sí, sus diferentes variedades y sus características que son verdaderamente extraordinarias, son unos animales bastante interesantes.


Nunca había entendido que rayos tenían que ver estos curiosos animales con el continente de marras, al enterarme quede sorprendido, pero no por la hipótesis extravagante del continente perdido, sino, porque siempre había tenido la idea de que los lémures eran endémicos de la isla de Madagascar, o sea, que solo había en dicha isla. Al leer que también había en Asia, decide hacer una investigación en Internet, con la idea preconcebida de mostrar lo cómico que había sido elaborar un mito a partir de una denominación errónea. Tarde mucho tiempo navegando sin llegar a una conclusión, ya que en algunos sitios que hablan de la fauna de Asia, no mencionan que cuenta con lémures, pero en otros sitios que hablan en particular de lémures, no todos, si mencionan estos lémures asiáticos. Intrigado seguí navegando, haciendo una búsqueda con una palabra sacada de un texto por ahí y otro por allá, hasta llegar a entender que era lo que se refería el zoólogo R. Slater, pues bien, efectivamente no existen los lémures birmanos, sino, aunque en forma general así se les nombra en realidad son lorisiformes y tanto estos como los lémures son primates del suborden de losStrepsirrhini, del griego strepho, curvo y rhis, nariz; suborden de primates cuya principal característica es su nariz húmeda. Se encuentran en Madagascar y el sudeste de Asia y se considera que tienen unas características más primitivas que haplorrhinos.
Su nariz se conecta con la boca a través de un surco y tienen las narinas recubiertas de una membrana como ocurre con los perros. El tamaño del cerebro es menos y su bulbo olfativo mayor. Con la excepción del aye-aye, todos los strepsirrhinos tienen los incisivos muy apiñados y un único canino. Casi todas las especies son nocturnas y tienen cola prensil. La reproducción sigue un ciclo estral. Tienen un útero en forma de ‘Y’ y numerosas glándulas mamarias.
A los Strepsirrhini, sumándoles el grupo de los tarsios, se les suele denominar prosimios. Los prosimios así definidos son un grupo parafilético.

Bueno esta búsqueda medio ociosa desembocó en una información interesante, que no ayudara en mucho para confirmar la existencia de Lemuria, que en realidad debería llamarse Strepsirrhini o Prosimia, pero a mí me pareció divertido enterarme.
Aun tomando en cuenta que si bien ésta suborden de primates se encuentra en la isla africana de Madagascar y Birmania, no era esto razón suficiente para esta especulación. Supongo que la deriva continental, lo explicaría mejor, pero como en el siglo XIX no se conocía y aunado a la fascinación por lo mágico y exotérico fue aceptada hasta por los especialistas.

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